NOS VEMOS YESO

Si alguien decía Daniel Horacio Alvarez un 80% no sabía de que se trataba. Si decían Yeso. El 100% entendía. Y bueno, un día Yeso nos dejó en el planteta pero va a seguir aca. Como referente del “Barrio Viejo Urbano” siendo uno de los propulsores de que se nombre en el año 2018, y conseguido en el 2019, de la vieja sede, la pileta, el waterpolo, fue socio desde el dia que nació un 5 de marzo del año 1958. Desde chiquito veía los partidos desde dentro de la cancha y luego, ya pasados los 10 rumbeo hacia una tribuna por tantísimos años. Formó parte de la mejor comparsa entre los 70 y los 80, los “Pata Brava” , bastoneando con una iguana en su cuello.                  Texalar fue su refugio como asi tambien los amigos de la cancha y el barrio. Conoció y superó todas las adversidades posibles que jamás hicieron mella en su espíritu. De la mano de “Patan” , su amigo supremo de la vida a quien perdió varios años atrás , inició la primaria. Su enfermedad; poliomelitis infantil, hacía que un yeso, de ahí su apodo, envolviera su cuerpo al cual había que cambiarlo porque si llovía el bailaba bajo el agua en la cancha. Amigo, solidario, peronista, laburante; cursó de noche la secundaria para trabajar de día desde los 15 años. Hasta la semana anterior “ Matafuegos el Gallo” fue su lugar de jornada laboral aunque ya le pedían que no fuera. Cada dia saludaba con energía y hay cientos de vasos por la ciudad y el mundo que el regalaba con la frase que será eterna sonríe , Yeso te ama. Cada uno del planeta y en retribución te amará por siempre. Nos vemos YESO .

Luis Gambino