La rehabilitación y el monitoreo satelital es un proceso complejo.
Los cóndores, Rosita y Pocha, atravesaron un riguroso proceso de rehabilitación en la Reserva y Centro de Rescate Tatú Carreta, ubicada en Casa Grande. Cada una con una historia particular de rescate y recuperación, ambas aves no solo volvieron a la libertad, sino que lo hicieron equipadas con avanzados dispositivos de rastreo satelital. Este seguimiento, que forma parte de un proyecto de investigación liderado por el doctor en Biología Sergio Lambertucci de la UNCo, busca recopilar datos esenciales sobre sus rutas de vuelo, comportamientos alimenticios y áreas de descanso.
El uso de rastreadores satelitales en los cóndores constituye una herramienta revolucionaria para fortalecer las políticas de conservación. Estos dispositivos permiten a los científicos obtener información detallada sobre el desplazamiento y las interacciones de los cóndores con su entorno, facilitando la planificación de estrategias de protección de sus hábitats naturales. La investigación no solo contribuye al bienestar de esta especie icónica, sino que también establece precedentes a nivel nacional en el uso de tecnologías avanzadas para la conservación de fauna silvestre.
En este caso estos cóndores, dos ejemplares hembras llamadas Rosita y Pocha encarnan historias de superación y esperanza. Rosita fue rescatada en Villa de las Rosas tras intoxicarse gravemente por plomo, mientras que Pocha fue encontrada deshidratada y descompensada en las lagunas de Pocho. Ambas historias ilustran los peligros que enfrentan los cóndores en su hábitat natural, pero también resaltan la capacidad de recuperación y el papel crucial de las instituciones de rescate y rehabilitación. La liberación de Rosita y Pocha sigue los pasos del exitoso caso de «Carlita,» el primer cóndor juvenil liberado con un rastreador satelital el año pasado. Los datos recopilados desde entonces han sido clave para ampliar el conocimiento sobre los hábitos y necesidades de los cóndores, abriendo caminos para la implementación de políticas más eficaces. La reintroducción de Rosita y Pocha a los cielos es, sin duda, un símbolo de esperanza y un recordatorio de que la ciencia, junto con la voluntad colectiva, tiene el poder de transformar el futuro de nuestras especies más vulnerables.