En Argentina siempre se vive de una manera particular, catástrofes, desgracias y momentos de festejo se entrelazan en un sin fin de emociones y sensaciones.Así lo demuestran los argentinos a lo largo y ancho del país, que han dado muchos ejemplos de que, cuando se necesita, la solidaridad está por encima de pequeñas batallas interpersonales.Esto se pudo ver en cada historia que recorrió la inundación de Bahía Blanca semanas atrás. Las historias de quienes ayudaron a otros a salir de sus casas y la difusión de los casos que pedían ayuda a través de las redes sociales permitieron, gracias a la viralización, lograr su rescate.Muchos se centraron en dar una mano a quienes perdieron parcial o totalmente sus pertenencias, sus hogares. Al mismo tiempo, varios grupos acudieron en ayuda de los animales que sufrían las mismas consecuencias que los humanos.Uno de los tantos organismos que colaboró en el trabajo diario de rescate y cuidados para los animales fue la Fundación Planeta Vivo, quien sumó a voluntarios de todas partes para trabajar de manera conjunta y poder aportar su granito de arena en este caos.El daño se comenzó a vislumbrar, sobre todo, cuando el agua inició su descenso, dejando a su paso los destrozos tanto materiales como sentimentales de lo que había dejado el temporal.Recién en ese momento algunas personas lograron salir de sus hogares con sus mascotas,mientras que otros podían reencontrarse con familiares y perros perdidos. En este sentido,muchos animales necesitaban ayuda y fue por esa razón que la fundación instaló una carpa sanitaria en el lugar que más lo necesitaba, Ingeniero White, dando apoyo, soporte y juntando donaciones y voluntarios para atender a los más afectados.El trabajo fue intenso, no sólo porque había que atender a muchos animales internados en grave estado, sino que tuvieron que salir a relevar las zonas afectadas, rescatar y trasladar a través de camionetas o lanchas a los que iban apareciendo en su camino.Fue una tarea difícil, no solo por la importancia de poner el cuerpo en el trabajo diario de asistencia, sino por el dolor y la angustia que no tardaron en llegar. Así lo mostraban día a día desde la fundación con los posteos que realizaban en sus redes al ver el panorama que los rodeaba y no mejoraba con el paso del tiempo.Lograron ofrecer vehículos para traslado y rescate de los animales afectados, contaron con 7 veterinarios y más de 40 voluntarios relevando las zonas afectadas.Algunos números que nos deja Fundación Planeta Vivo de este acto solidario en medio dela catástrofe ambiental: se rescataron y atendieron a más de 200 perros y gatos.También se salvaron animales silvestres que fueron liberados y otros trasladados a centrosde rescate para su rehabilitación. En la carpa sanitaria se instaló un hospital veterinario donde se atendieron a más de 2.000 animales. A su vez, realizaron la asistencia domiciliaria de varios perros y gatos afectados, ayudando con la desparasitación y colocando pipetas.Por otro lado, gracias a las donaciones y la colaboración de muchas personas, lograron distribuir alimento para los animales damnificados, otorgando más de 98.000 kilos.Además, pudieron dejar insumos, como bolsas de comida y medicación veterinaria para continuar con la atención y tratamiento, a través de los veterinarios que siguen dando batalla y ayudando a los damnificados.Una vez más, ante las circunstancias adversas, se pudo trabajar en comunidad, poniendo la solidaridad como prioridad y la fortaleza de que, juntando manos amigas, se puede salir del desastre.Para aquellas personas que quieran conocer más sobre el trabajo que hace la Fundación pueden buscar su Instagram @fundacion.planetavivo.arg
(trabajo en territorio de la Fundación Planeta Vivo )
(Carpa sanitaria instalada en Ing. White, Bahía Blanca)
Nota NACAR T.