El 24 de septiembre se cumplió el 25 aniversario del fallecimiento de Monseñor Vicente Oscar Vetrano. Nació en Chivilcoy el 1 de junio de 1932. Fue ordenado sacerdote en 1954 en la catedral de Mercedes por monseñor Serafini.
Desde 1957 cursó estudios en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, donde recibió el doctorado en Teología. Fue profesor en las universidades del Salvador y Católica Argentina, así como en el seminario de Morón. Además del latín y el griego, tenía un dominio perfecto del inglés, francés, alemán, italiano y portugués.
Desde 1969 dirigió durante más de 30 años Actualidad Pastoral, una revista coleccionable de impecable presentación y firmas de destacados colaboradores, con una amplia visión de la vida de la Iglesia, así como del panorama social y cultural de América y del mundo.
Presidió doce años la Sociedad Argentina de Teología (1972-1984). Con Francois Houtart fue coautor del libro “Hacia una teología del desarrollo, algunas reflexiones”. Escribió cientos de artículos periodísticos.
En 1982, el obispo de Morón, monseñor Justo Laguna, lo nombró vicario episcopal para la Cultura; lugar desde donde la fe dialogaba con escritores, artistas plásticos y músicos. Abierto al ecumenismo y a distintas expresiones del pensamiento, mantuvo amistosas y estrechas relaciones con distintas iglesias y confesiones cristianas.
Desde allí impulsó la Bienal de Arte Sacro –que siempre contó con el apoyo del Pontificio Consejo para la Cultura- donde muchísimos artistas hacían llegar obras de contenido religioso. Las obras seleccionadas y premiadas por jurados de primer nivel eran luego exhibidas en muestras que se realizaron en el Palais de Glace, en las galerías Pacífico o en la Universidad Católica Argentina (UCA). La primera Bienal se realizó en 1986.
Monseñor Vetrano, falleció en Morón, a los 68 años de edad, el 24 de septiembre de 2000, y sus restos, trasladados a Chivilcoy, el 21 de julio de 2001, descansan en el templo mayor de Nuestra Señora del Rosario.
Un año después de su fallecimiento, Morón lo nombró ciudadano ilustre y luego Chivilcoy lo honró con la misma distinción y puso su nombre a una calle de la ciudad donde nació y cursó sus primeros estudios.
Su legado en Morón se encuentra en la calle Abel Costa , allí funciona la Fundación Vetrano , allí está su biblioteca de filosofía y teología y se organizan las mundialmente conocidas Bienales de Arte Sacro.